martes, 18 de febrero de 2014


EL RAPTO DE EUROPA

 

Los burrócratas cada vez nos sorprenden más con sus absurdas declaraciones. Critica el ministro de exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, que los euroescépticos no tienen cerebro (¡!). También opina que, gracias a la UE, no tenemos guerras en Europa (¡!!). Pero qué tipo más absurdo. De sus palabras se desprende una apología de la clase política que repugna por incierta y ególatra. Me recuerda a aquello que decía la Sultana de Mallorca, poco antes de ingresar en la trena, acerca de que si seguíamos criticando e investigando a los políticos tendríamos una dictadura.

La UE no es causa de que no haya guerras sino una consecuencia de la paz. Tras dos guerras mundiales Europa adoptó un modelo de democracia capitalista que ha estado funcionando mas o menos bien hasta la burrada del euro. Se defendían posturas liberales y había unos políticos de cierta talla. Pero ahora la UE está llena de burócratas que escoran hacia la izquierda y empieza a ser un desastre monstruoso, un leviatán de políticos absurdos que cubren sus desmanes en la selva burocrática, que mandan a Bruselas a los tipos más incapaces e incómodos para su estructura interna.

Tal vez por eso se despilfarran miles de millones y se practican estudios delirantes al tiempo que imponen cada vez más leyes que restringen las libertades individuales, eso en lo que Europa es pionera en la Historia. La prohibición de fumar es algo dictatorial que recuerda a la Ley Seca que estuvo vigente en USA durante catorce años; los estudios sobre las aceiteras y la supresión de los porrones de las mesas de bares y restaurantes significa que en Europa manda gente muy extraña que nada tiene que ver con nosotros.

Gelatinosos personajes como van Rompuy, Barroso, Ashton, Almunia, etcétera, exigen cada vez más competencias y centralismo en esta nívea Europa a la que pican ferozmente como tábanos. Pero se han demostrado enormemente ineficaces. La adopción del euro en una Europa sin unión fiscal ha sido una medida que puede suponer un suicidio colectivo que ni Mishima. La postura común (encabezada por Petit Sarkozy y el Wannabee Cameron) sobre Libia y el derrocamiento de Gadafi ha supuesto que la inmigración ilegal se dispare. Grecia está al borde del abismo bélico…Y mientras tanto a recaudar más impuestos y recortar el libre albedrío. Ese es el problema, que Bruselas se ha vuelto horriblemente reguladora, enemiga del individuo y defiende posturas con tufo socialista.

Las palabras del ministro de exteriores alemán resultan demasiado fanfarronas.  

 

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