MAREA NEGRA EN BALEARES

Dice Alianza Mar Blava que todavía es posible parar el suicidio baleárico de las prospecciones petrolíferas a treinta millas de Ibiza. Naturalmente. La amenaza mortal sobre nuestras islas solo la pueden permitir una panda de interesados gilipollas que sacarán tajada traidora. Por eso la sociedad y los políticos deben unirse y frenar tal crimen. Y si no, todos a las montañas, con sus ríos y lagos, porque el sagrado Mediterráneo, cuna de la civilización, habrá terminado por la codicia de los tiburones del petróleo y la estulticia de los burrócratas.

Es peor que un crimen, es una estupidez. Eso diría Talleyrand sobre el permiso de Zoteparo a tales prospecciones. Que la riqueza turística y pesquera de nuestras islas se vaya por la cloaca petrolífera de una multinacional extranjera no puede entenderlo nadie. Algunos memos ministros dicen que revocar tales permisos sería prevaricación, yo creo en cambio que el verdadero delito consiste en dar carta blanca para masacrar el paraíso balear. Las portadas de los tabloides ingleses y germánicos serán demoledoras. A mí personalmente la mayoría del turismo que viene a Baleares me espanta, pero los prefiero con mucho a una marea negra.

 Si la multinacional Cairn Energy consigue realizar las malditas prospecciones petrolíferas a 30 millas de Ibiza y Formentera (otro espectro proyecta lo mismo a veinte kilómetros de Menorca), las consecuencias serán desastrosas para el delicado ecosistema mediterráneo (¡podría transformarse en un mar muerto!), según han demostrado diversos informes que desaconsejan tal atentado ecológico, entre ellos uno de la prestigiosa Universidad Politécnica de Valencia, que alertan que ya solo los sondeos resultan perjudiciales para el medio ambiente.

Este atentado contra la naturaleza amenaza nuestro modo de vida. Las protestas y movilizaciones de los que aman estas islas ya han comenzado. El PP está obligado a parar los sondeos y prospecciones petrolíferas que amenazan el ecosistema marino y modus vivendi balear.  Si no lo hace, ya no será digno de confianza y voto. Será como el PSOE y los nacionalistas de CIU y PNV, quienes vergonzantemente votaron a favor de la mayor amenaza medioambiental del Mare Nostrum.

El delirante desarrollo urbanístico, la reforma de la red viaria (que con tanto bombo y pandereta demagógica persiguieron los progres que solo son ecologistas cuando conviene electoralmente), el error de proyectar un turismo de masas en lugar de mimar unas islas tan hermosas como un destino escogido…, todo eso palidece ante la amenaza total de matar las aguas baleáricas.

Debemos unirnos todos para parar este sinsentido. Y si no, a emigrar.